La importancia y el papel decisivo que tuvo el XI° Congreso Internacional de Orientalistas -celebrado el año de 1897 en París, Francia- en la concepción y posterior desarrollo de la Patrologia Orientalis y la entonces recién comenzada Patrologia Syriaca, ha sido expresada en numerosas ocasiones por sus dos colaboradores principales: René Graffin y François Nau.
Acudiendo a las Actas de dicho Congreso -que fueron publicadas apenas un año después, en 1898 por el editor Ernest Leroux- el panorama general es el de una sociedad de estudiosos que, con las dificultades inherentes a cualquier agrupación, sacan adelante las distintas mesas de trabajo, de donde se obtienen resultados muy concretos y ante las cuales sus diferentes miembros tienen la capacidad y facultad de presentar sus propias investigaciones y exponer las conclusiones que obtuvieron con base en las mismas.
No obstante, algunos estudios y aproximaciones modernas a las posturas, intereses y conflictos que surgían en dichos congresos permiten apreciar con detalle el desarrollo de los distintos estudios, metodologías e ideologías que fraguarían en numerables proyectos impresos aparecidos a partir de tales reuniones: monográficos, revistas especializadas, grandes colecciones.
En 1990, Bernabé López García publicó en en Anejo del Volumen XI del Monográfico de la Revista Awraq ‘Africanismo y Orientalismo en España (1860-1930), un artículo con el título ‘Arabismo y Orientalismo en España: Radiografía de un gremio escaso y apartadizo’, donde reconstruye desde el punto de vista español, el desarrollo y los hechos que acaecían tras bastidores, de los Congresos Internacionales de Orientalistas de 1894 [Ginebra], 1897 [París] y 1899 [Roma].
En dicho artículo se realza la importancia de las decisiones que se tomaban por agrupaciones de estudiosos que intervenían activamente en los proyectos editoriales, y que no rehuían la polémica ni temían dar su opinión acerca de temas espinosos. En el artículo anterior, se ha detallado la historia y la idea original que tuvieron Graffin y Nau al frente de la edición de la Patrologia Syriaca y la Patrologia Orientalis posterior: se buscaba continuar ordenadamente la gran tarea emprendida por Migne, incluyendo en un gran corpus la nómina de autores que fue imposible incluir en la serie Latina y Griega.
Ambos, Graffin y Nau, se refirieron a una comunicación pública que se realizara en el 11° Congreso Internacional de Orientalistas, según el prefacio del tomo I de la Patrologia Orientalis:
COMME nous n’avons déjà annoncé, c’est au Congrès des Orientalistes tenu à Paris en 1897, qu’encouragé par le bienveillant concours d’un certain nombre de nos amis, nous avons entrepris de publier, sous le titre de Patrologia Orientalis, un ensemble de textes écrits en arabe, en copte, en éthiopien aussi bien qu’en syriaque et en grec.
Era de esperar que en algún espacio de las diferentes comunicaciones surgidas de tal Congreso y recogidas en las distintas actas publicadas el año siguiente dicha comunicación o noticia fuese registrada, mas no fue así.
Se conservan los volúmenes que contienen las distintas secciones, un volumen independiente para cada una de las primeras 4 secciones, y un volumen que recoge lo referente a las secciones 5, 6 y 7.
La Patrologia Syriaca, aunque en su Praefatio aclara las dificultades técnicas, la necesidad de promover la inclusión de autores ignorados en la PL y la PG, era a todas luces un proyecto bastante limitado. Incluso, algunos comentarios auguraban un éxito nulo a tal empresa:
Le premier vol. de la Patrologia syriaca a paru en 1894. Le second n’a pas encore paru. Dès 1901, M. Baumstark écrivait que cette entreprise était un enfant mort-né : “Die Patrologia syriaca war leider anscheinend ein totgeborenes Kind.” (Oriens Christianus, t. I, p. 193). Vous voyez quel sacrifice je faisais en proposant d’apparenter le Corpus Script. Chr. Or., avec les travaux de Mgr Graffin. Il est probable que si l’accord avait eu lieu, Ie nombre des souscripteurs au Corpus n’atteindrait pas la moitié du chiffre auquel il est arrivé. M. Nau qui se vante d’avoir empêché Mgr Gr. de s’entendre avec moi, peut aussi se vanter de m’avoir rendu un service signalé, dont j’apprécie chaque jour davantage l’importance.
Esta nota apareció en la Carta de J.-B Chabot, escrita el 23 de diciembre de 1905 y publicada en la Revue de Critique et Histoire Litteraire de 1906.
El comentario de Baumstark sobre la Patrologia Syriaca se encuentra en el artículo ya mencionado, en Oriens Christianus Tomus I, y consta de un par de líneas:
Die Patrologia Syriaca war leider anscheinend ein totgeborenes Kind. Die bedauerliche Thatsache lehrt wenigstens, wie man die Dinge nicht anzufassen hat, vor allem dass für Neuausgaben schon edierter Texte, über haupt für umfassende Serien von Originaltexten die Zeit noch nicht reif ist. Aber eine Bibliothek von Uebersetzungen aller edierten, jedoch noch nicht oder nicht zureichend übersetzten Texte wäre vielleicht zu verwirklichen.
Para estas fechas, la Patrologia Orientalis había encontrado ya un camino propio, y el ya lejano 11° Congreso de Orientalistas había sido precedido por los siguientes encuentros en distintas sedes: XIIe, Rome 1899. Los consecutivos serían, el XIIIe, Hambourg 1902; XIVe, Alger 1905 y XV, Copenhague 1908.
La aparición del primer tomo de la Patrologia Orientalis se da en 1904, y el segundo tomo aparece simultáneamente con el segundo tomo de la Patrologia Syriaca, en 1907. Para entonces era notable que las observaciones de Baumstark fueron acertadas: él estuvo a cargo de la dirección de Oriens Christianus, y fue en el primer volumen donde sus anotaciones fueron incluidas, en 1901. Baumstark habló entonces como editor consciente de las dificultades editoriales de un proyecto como la propuesta Patrologia Syriaca, y también pudo advertir que la avalancha de editoriales enfocadas en publicaciones cuyas ediciones críticas dejaban de lado el latín escolar, brindaban poco espacio para la aparición de una obra que semejaba más una metódica continuación de las patrologías de Migne que una actualización del corpus que efectivamente incluyese obras nacidas del renovado interés en las cuestiones orientales.
En el 11° Congreso Internacional de Orientalistas se pusieron indirectamente las bases para la Patrologia Orientalis sucediese exitosamente a la Patrologia Syriaca: su apertura a ediciones críticas no basadas exclusivamente en el latín permitieron una difusión amplísima entre los círculos de estudiosos y críticos, y también las disputas que surgieron y ataques entre distintos grupos debidos a diferentes intereses fueron conocidos con mayor amplitud pudiendo ser seguidos con atención por observadores que antaño no tuvieran acceso a tales polémicas.
En las actas de las secciones 5, 6 y 7 puede leerse que efectivamente, las secciones netamente orientales estaban por desaparecer -a menos que se hiciesen ajustes mayores- ya que las colaboraciones presentadas eran mínimas, y tenían sólo relaciones incidentales con la temática principal del Congreso.
Esta serie de incidentes permiten apreciar el doloroso nacimiento de la Patrologia Orientalis, que estuvo acompañado por la lamentable -y necesaria- desaparición de la Patrologia Syriaca: el Onzième Congrès International des Orientalistes obligó a Graffin y Nau y al su gran equipo de colaboradores, a tomar decisiones que serían de vital importancia para las proyectadas Patrologias. Lo que escolares e investigadores deben a tales decisiones es mucho, y sus frutos podemos verlos hoy día en ese Corpus magnífico que cuenta con una identidad bien definida.
Francisco Arriaga.
México, Frontera Norte.
11 Enero 2010.